CAPÍTULO 7
"¿Eun Sok, eres tú?": fueron las últimas palabras que pude decir antes de cerrar los ojos. A la mañana siguiente, abrí los ojos y avisté junto a mí a la persona que vino a hacerme compañía la noche pasada. No me equivoqué: era Eun Sok. Estaba dormido en la silla de al lado de mi cama. Me levanté y me acerqué a él. Su rostro se veía cansado de no haber pegado ojo en toda la noche anterior. No quería molestarle, así que decidí irme para que descansara; pero mi intento de caminar sigilosamente no sirvió para nada.
- Helena...- dijo Eun Sok aún mediodormido.
- Lo siento, no pretendía molestarte... puedes seguir durmiendo yo ya me iba abajo...- declaré mientras agarraba el manillar de mi puerta para largarme.
- Espera... quiero que me aclares una cosa... ¿es verdad que quedaste con Kang Sang Ra el otro día?- Eun Sok se incorporó de la silla y se acercó hasta donde me encontraba yo.
- Ya os dije que sí... ¿a qué viene esa pregunta ahora?- respondí muy nerviosa. El ambiente estaba empezando a caldearse y no tenía escapatoria.
-Si lo que me dices es cierto... ¿Me puedes explicar de dónde has sacado el móvil si supuestamente la persona que te lo iba a devolver no pudo quedar contigo?- Eun Sok empezaba a cabrearse y yo no sabía que respuesta inventarme de la presión que me estaba causando.
- Pues es que se me olvidó mencionaros ese pequeño detalle... ese mismo día el chico que lo encontró me lo devolvió mientras estaba con Kang Sang Ra y su amiga...- no sé que hice, pero improvisé rápidamente para calmar la situación.
- Entiendo... ahora vete a la cocina que nos estarán esperando para tomar el desayuno y ni se te ocurra contarles a mis padres que esta noche me la he pasado en tu cuarto, ¿entendido?- a Eun Sok no le terminó de convencer la explicación que le acababa de dar. Después de nuestra breve charla, bajamos a la planta baja.
- Jovencita, ¿ya estás mejor de tu catarro?- preguntó el señor Choi levantando la vista del periódico.
- ¡Sí! Muchas gracias por ser tan atentos conmigo.- manifesté alegremente.
- Por cierto, Helena, hace un rato ha llamado Kang Sang Ra y me ha pedido que te avisara de que te estará esperando a la salida de la academia; que te tiene que contar algo muy importante.- expuso la señora Choi.
- Gracias por avisarme.-respondí.
Ya eran la cuatro de la tarde. Eun Sok se encargó de llevarme a las clases de coreano. Ninguno de los dos nos dirigimos la palabra en todo el trayecto. Yo intuía que él no se había creído lo de esta mañana, así que opté por no empeorar las cosas y tan solo me quedé callada en el camino a la academia. En las clases todo estuvieron muy atentos conmigo tanto profesores como alumnos no paraban de preguntarme qué tal me encontraba. Como el día anterior no pude asistir al aula, me quedé dos horas más para ponerme al día. Una vez terminadas las clases, salí a la calle donde me esperaba mi amiga Kang Sang Ra impacientemente.
- ¿Por qué has tardado tanto? Llevo aquí una hora esperándote.- espetó mi amiga algo furiosa por mi retraso.
- Perdona, es que he cogido dos horas más para no ir con retraso.- aclaré en mi defensa.
- Basta de excusas. Corré que vamos a llegar tarde.- Kang Sang Ra cogió mi mano bruscamente y comenzó a correr.
- ¿A dónde llegamos tarde?- grité desconcertada mientras la seguía.
- ¡Al concierto!- respondió eufórica y llena de energía.
- ¿Qué concierto? No me estoy enterando de nada. ¿Era esa la cosa tan importante que me tenias que decir?- a pesar de lo confusa que estaba seguía corriendo sin parar.
- ¡Al concierto de INFINITE!- sólo bastó esa palabra para que me parase en seco.
- Lo siento, pero yo no voy.- expuse apenada ante la reacción de asombro de Kang Sang Ra.
- ¿Por qué no? Nadie quería venir conmigo y pensé que tú tal vez...- la dulce voz de mi amiga se apagaba por momentos después de negarme a acompañarla.
- Estoy cansada...- añadí, pero al verla en ese estado no pude resistirme y acepté.- Bueno iré, a ver si te va a pasar algo.
- ¡Bien! ¡SARANGHE CHINGU! (Te quiero amiga)- su voz volvió a cobrar vida y en su cara apareció nuevamente su caracterizada sonrisa.
Después de acceder continuamos corriendo hasta llegar a la enorme fila que aguardaba por entrar en el escenario y coger primera fila.
- Bueno ahora nos toca esperar...- dije algo fatigada.
- ¿Esperar a qué? De eso nada. Nos colaremos en los camerinos.- expuso al mismo tiempo que sacaba de su mochila unos disfraces.
- ¿Estás loca? Te crees que no se van a dar cuenta o qué.
- Tú espera y verás...- contestó mi amiga con una enorme sonrisa malévola.
Lo peor de todo es que ella tenía razón, conseguimos entrar sin levantar ninguna sospecha. Y es entonces cuando nos pusimos en marcha en la búsqueda de los bellísimos chicos de INFINITE. Yo lo único que deseaba es que esto se acabara lo más rápido posible; además no quería ver a ese odioso chico: Dongwoo.
- Kang Sang Ra, un autógrafo y ya.¿Vale?
- No seas así, estas cosas se hacen sólo una vez en la vida...- repetía mi amiga todo el rato con el fin de que me uniese a ella.- ¡Espera! Creo haber visto a Sungkyu. Quédate aquí, ahora vuelvo. No tardaré.
Mi amiga se marchó a toda prisa y yo me quedé allí apoyada en la pared aguardando su llegada. De repente apareció alguien y apoyó su mano en mi hombro.
- ¿Escaqueándote del trabajo o qué?- confesó esa persona.
- Lo siento. Ahora mismo me voy.- dije sin levantar la vista del suelo.
- Un momento...¿eres nueva? Tu cara no me suena, déjame verte mejor.- manifestó a la vez que se acercaba a mí.
- Tengo prisa... Adiós.- respondí intentándolo evitar. Pero él se arrimó más y más; que hasta podía sentir su agitada respiración junto a la mía. Mi corazón empezó a acelerarse y mis glándulas comenzaron a soltar sudor de los nervios. Tras ello , alcé mi vista para conocer su identidad y para dar a conocer la mía.
- Tú...- susurré lentamente.
"¿Eun Sok, eres tú?": fueron las últimas palabras que pude decir antes de cerrar los ojos. A la mañana siguiente, abrí los ojos y avisté junto a mí a la persona que vino a hacerme compañía la noche pasada. No me equivoqué: era Eun Sok. Estaba dormido en la silla de al lado de mi cama. Me levanté y me acerqué a él. Su rostro se veía cansado de no haber pegado ojo en toda la noche anterior. No quería molestarle, así que decidí irme para que descansara; pero mi intento de caminar sigilosamente no sirvió para nada.
- Helena...- dijo Eun Sok aún mediodormido.
- Lo siento, no pretendía molestarte... puedes seguir durmiendo yo ya me iba abajo...- declaré mientras agarraba el manillar de mi puerta para largarme.
- Espera... quiero que me aclares una cosa... ¿es verdad que quedaste con Kang Sang Ra el otro día?- Eun Sok se incorporó de la silla y se acercó hasta donde me encontraba yo.
- Ya os dije que sí... ¿a qué viene esa pregunta ahora?- respondí muy nerviosa. El ambiente estaba empezando a caldearse y no tenía escapatoria.
-Si lo que me dices es cierto... ¿Me puedes explicar de dónde has sacado el móvil si supuestamente la persona que te lo iba a devolver no pudo quedar contigo?- Eun Sok empezaba a cabrearse y yo no sabía que respuesta inventarme de la presión que me estaba causando.
- Pues es que se me olvidó mencionaros ese pequeño detalle... ese mismo día el chico que lo encontró me lo devolvió mientras estaba con Kang Sang Ra y su amiga...- no sé que hice, pero improvisé rápidamente para calmar la situación.
- Entiendo... ahora vete a la cocina que nos estarán esperando para tomar el desayuno y ni se te ocurra contarles a mis padres que esta noche me la he pasado en tu cuarto, ¿entendido?- a Eun Sok no le terminó de convencer la explicación que le acababa de dar. Después de nuestra breve charla, bajamos a la planta baja.
- Jovencita, ¿ya estás mejor de tu catarro?- preguntó el señor Choi levantando la vista del periódico.
- ¡Sí! Muchas gracias por ser tan atentos conmigo.- manifesté alegremente.
- Por cierto, Helena, hace un rato ha llamado Kang Sang Ra y me ha pedido que te avisara de que te estará esperando a la salida de la academia; que te tiene que contar algo muy importante.- expuso la señora Choi.
- Gracias por avisarme.-respondí.
Ya eran la cuatro de la tarde. Eun Sok se encargó de llevarme a las clases de coreano. Ninguno de los dos nos dirigimos la palabra en todo el trayecto. Yo intuía que él no se había creído lo de esta mañana, así que opté por no empeorar las cosas y tan solo me quedé callada en el camino a la academia. En las clases todo estuvieron muy atentos conmigo tanto profesores como alumnos no paraban de preguntarme qué tal me encontraba. Como el día anterior no pude asistir al aula, me quedé dos horas más para ponerme al día. Una vez terminadas las clases, salí a la calle donde me esperaba mi amiga Kang Sang Ra impacientemente.
- ¿Por qué has tardado tanto? Llevo aquí una hora esperándote.- espetó mi amiga algo furiosa por mi retraso.
- Perdona, es que he cogido dos horas más para no ir con retraso.- aclaré en mi defensa.
- Basta de excusas. Corré que vamos a llegar tarde.- Kang Sang Ra cogió mi mano bruscamente y comenzó a correr.
- ¿A dónde llegamos tarde?- grité desconcertada mientras la seguía.
- ¡Al concierto!- respondió eufórica y llena de energía.
- ¿Qué concierto? No me estoy enterando de nada. ¿Era esa la cosa tan importante que me tenias que decir?- a pesar de lo confusa que estaba seguía corriendo sin parar.
- ¡Al concierto de INFINITE!- sólo bastó esa palabra para que me parase en seco.
- Lo siento, pero yo no voy.- expuse apenada ante la reacción de asombro de Kang Sang Ra.
- ¿Por qué no? Nadie quería venir conmigo y pensé que tú tal vez...- la dulce voz de mi amiga se apagaba por momentos después de negarme a acompañarla.
- Estoy cansada...- añadí, pero al verla en ese estado no pude resistirme y acepté.- Bueno iré, a ver si te va a pasar algo.
- ¡Bien! ¡SARANGHE CHINGU! (Te quiero amiga)- su voz volvió a cobrar vida y en su cara apareció nuevamente su caracterizada sonrisa.
Después de acceder continuamos corriendo hasta llegar a la enorme fila que aguardaba por entrar en el escenario y coger primera fila.
- Bueno ahora nos toca esperar...- dije algo fatigada.
- ¿Esperar a qué? De eso nada. Nos colaremos en los camerinos.- expuso al mismo tiempo que sacaba de su mochila unos disfraces.
- ¿Estás loca? Te crees que no se van a dar cuenta o qué.
- Tú espera y verás...- contestó mi amiga con una enorme sonrisa malévola.
Lo peor de todo es que ella tenía razón, conseguimos entrar sin levantar ninguna sospecha. Y es entonces cuando nos pusimos en marcha en la búsqueda de los bellísimos chicos de INFINITE. Yo lo único que deseaba es que esto se acabara lo más rápido posible; además no quería ver a ese odioso chico: Dongwoo.
- Kang Sang Ra, un autógrafo y ya.¿Vale?
- No seas así, estas cosas se hacen sólo una vez en la vida...- repetía mi amiga todo el rato con el fin de que me uniese a ella.- ¡Espera! Creo haber visto a Sungkyu. Quédate aquí, ahora vuelvo. No tardaré.
Mi amiga se marchó a toda prisa y yo me quedé allí apoyada en la pared aguardando su llegada. De repente apareció alguien y apoyó su mano en mi hombro.
- ¿Escaqueándote del trabajo o qué?- confesó esa persona.
- Lo siento. Ahora mismo me voy.- dije sin levantar la vista del suelo.
- Un momento...¿eres nueva? Tu cara no me suena, déjame verte mejor.- manifestó a la vez que se acercaba a mí.
- Tengo prisa... Adiós.- respondí intentándolo evitar. Pero él se arrimó más y más; que hasta podía sentir su agitada respiración junto a la mía. Mi corazón empezó a acelerarse y mis glándulas comenzaron a soltar sudor de los nervios. Tras ello , alcé mi vista para conocer su identidad y para dar a conocer la mía.
- Tú...- susurré lentamente.
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