¡Por fin encontré un huequillo para meterme al
blog! Esta semana ya termino los exámenes y a ver si puedo escribir algo más.
Hoy subiré esta entrada básicamente porque ya la había creado hace unas semanas.
No me extiendo mucho más que tengo que hacer las tareas de clase y estudiar… Un
saludo.
CAPÍTULO 10
“Además es un asaltacunas. El otro día me enteré de
que le gusta una chica extranjera que se hospeda en su casa…”: esas palabras se
me quedaron en la memoria grabadas. Únicamente deseaba que todo fuese un sueño
y poder despertarme tranquilamente, pero no. Esto era la realidad: Eun Sok
sentía algo por mí. Aún así quería confirmar la revelación de Dongwoo, pues él
lo había escuchado, pero no lo sabía con absoluta certeza.
-¡Oye, oye! ¡Qué te has quedado empana’! ¿Te ha
sorprendido lo que te he dicho o qué? No te incumbe, así que no sé por qué esa
expresión en tu cara.- expuso Dongwoo mientras miraba todas las llamadas
perdidas que había recibido su celular.
- Ah, lo siento. Pero… lo que me acabas de contar,
¿estás seguro al cien por cien de que es la verdad? – pregunté angustiada.
- ¿Por qué tanto interés por el tema? ¿No me digas
qué ahora te gusta mi manager? Pues si tanto quieres saberlo, ve y pregúntaselo
a él personalmente. Adiós. – se mosqueó y se largó con paso rápido y firme sin
permitirme que pudiera explicarle mi situación con Eun Sok.
Ahora tenía que organizar mis pensamientos. Por un
lado, se encontraba Dongwoo, quien sin darme cuenta se estaba metiendo en mi
vida y alterando el orden de todo y por otra parte se situaba Eun Sok de quien
había descubierto dos cosas: era el manager de INFINITE , el grupo al que
pertenecía Dongwoo; y yo era la chica por la que estaba interesado. Ahora la
cuestión era “¿qué quería yo?” Ahora sí que tenía un cacao mental. Por Dongwoo
sé que sentía algo que seguramente no pasaría los límites de ser sólo un amor
no correspondido, pero Eun Sok… es atractivo, musculoso, inteligente y ahora me
agradaba más que antes, cuando me trataba tan fríamente, pero nunca le había
visto de esa forma, más bien, no me había planteado tener nada con él…
Después de darle varias vueltas al asunto, me fijé
que ya eran más de las dos de la mañana. Me fui lo más rápido que pude, antes
de que Eun Sok se diese cuenta de que no había hecho caso a sus palabras de
marcharme a casa. Mientras volvía a la puerta del lugar donde se había
celebrado el concierto, frené en seco. Alguien estaba merodeando por los
alrededores. Por temor a que fuese Eun Sok, me quedé escondida tras un pequeño
muro de piedra. Aquellos pasos se acercaban cada vez más a mí, mi pulso comenzó
a acelerarse, me temblaban las piernas… De repente el sonido de los pasos cesó
y alguien comenzó a hablar en voz alta y con tono irritante.
- ¿Dónde te
habías metido? El manager está muy enfadado contigo y no veas la bronca que te
va a echar cuando te vea.
- ¿A ti qué te importa? Déjame. No estoy de humor
para hablar con nadie.
“¿Dongwoo? ¿Con quién estará hablando a estas horas
de la noche? Por el tono de voz diría que es Woohyun”: pensé para mí misma. Con
el objetivo de confirmar mis conjeturas, asomé la cabeza cuidadosamente para
que no se percataran de que estaba allí, y efectivamente estaba en lo cierto. La
persona con la que estaba hablando Dongwoo era aquel chico que había sufrido
uno de mis impulsos frenéticos ese mismo día: el adorable Woohyun. Iba a salir
de mi escondite, pero aquella conversación comenzó a caldear el ambiente.
- ¿Qué te pasa? ¿Por qué me hablas de esa forma?
¿Te he hecho algo por casualidad? Únicamente me estoy preocupando por ti y mira
cómo me están tratando… - Woohyun se veía triste y enojado a la vez por las
palabras hirientes y malhumoradas que Dongwoo le estaba dirigiendo sin ningún
motivo explícito.
- Pues fíjate yo no te veía nada inquieto cuando
aquella chica en la sala de autógrafos te besaba… - el semblante de Dongwoo
mostraba una mueca de confusión e irritación como si en su interior estuviesen
en plena lucha la ira y la amistad que sentía por su compañero de grupo.
Dongwoo estaba dispuesto a marcharse y poner fin a esa desagradable charla que
no conseguía poner bajo control, sin embargo Woohyun no tenía intención de
dejarle marchar tan fácilmente. Cogió del brazo a su compañero y sus miradas se
cruzaron cara a cara.
- ¿Tal vez tengas envidia o es que estás celoso
porque te gusta “esa chica” a la que te estás refiriendo? Porque permíteme
decirte una cosa y que te quede bien claro, tú ya estás comprometido y no
puedes fijarte en otra mujer que no sea tu futura esposa, así que date por
vencido con esa chica, porque ella ahora es mi objetivo y tú no tienes y no
puedes tener una posibilidad con ella. – Woohyun sonaba serio y decidido a
cumplir sus expectativas.
Un silencio incómodo surgió de la nada. Dongwoo se
mantuvo callado e inexpresivo durante un minuto, es como si el vínculo que unía
la amistad de ambos muchachos se hubiese quebrado por completo tras las
palabras que acaba de pronunciar el dulce Woohyun. Pero la velada no terminó
aquí. A lo lejos observamos, tantos ellos como yo que permanecía oculta tras la
tapia de roca, a una linda chica corriendo hasta el punto donde los chicos yacían. La chica llegó y se abalanzó sobre el
chico repelente, a quien le plantó un enorme beso en los labios, lo que provocó
en mi organismo una punzada en el estómago como si me estuviesen clavando una
lanza en dicho órgano. Dongwoo debió de sentir lo mismo, pues su reacción no
fue precisamente buena.
- Lee Ji Ah, te he dicho un millón de veces que no
me beses sin avisarme. – Dongwoo alejó a la chica de su lado.
- ¡Qué arrogante eres, oppa (novio en este caso)! –
la joven le sacó la lengua en señal de burla. Luego se giró hacia Woohyun.-
¿Qué tal fue el concierto? Me hubiese encantado asistir, pero tenía hoy la
agenda llena de obligaciones…
- ¡Cuánto tiempo sin verte pequeña! Pues ha ido
todo muy bien, mucha alegría y un gran apoyo de nuestras fans. Ha sido un día
fantástico.- Woohyun acarició el cabello de Lee Ji Ah con una enorme sonrisa de
exaltación en sus rasgos faciales.
- ¿A qué viene está enorme felicidad? ¿Estamos
celebrando algo? – preguntó la muchacha confusa y curiosa. En ese momento,
Dongwoo torció el gesto y desvió su vista para concentrarse en otras cosas
irrelevantes, sin importancia como contar las rayas blancas que componían los
pasos de cebra de la calle. Estaba claro que él no tenía ningún interés por lo que Woohyun iba a desvelar a su
“novia”, Lee Ji Ah.
- Pues verás… resulta que una chica extranjera me
besó en la mejilla mientras la firmaba un autógrafo y sinceramente creo que me
atrae… Lástima que desconozca su número de móvil y en qué lugar está viviendo, espero encontrarme
con ella lo más pronto posible.- aclaró el chico mientras sonreía dulcemente.
Tras escuchar toda aquella conversación me quedé muy impresionada, no por el
hecho de que Woohyun también estuviera interesado por mí, sino la nueva chica
que se atravesaba en mis sentimientos por Dongwoo. Ahora sí que no tenía
ninguna oportunidad de acercarme a Dongwoo con ella por medio. Dongwoo estaba
comprometido y yo, bueno, tenía dos pretendientes a los que podría brindarles
la posibilidad de conquistarme… De repente de uno de mis ojos comenzó a salir
una pequeña lágrima que recorrió mi mejilla hasta acabar cayendo a la acera. Me
limpié el rastro que había dejado y me dispuse a irme, pues allí ya nada tenía
que hacer. Pero mis piernas me fallaron en el peor momento y caí al suelo
soltando un grito ahogado de dolor. Las otras personas que se situaban en el
otro lado del pequeño muro se percataron del sonido y acudieron en mi ayuda.
Gran sorpresa se llevaron al verme tendida en el suelo con media pierna
sangrando.
- ¿Qué haces tú aquí?- preguntó Dongwoo impactado.
- ¿La conoces? – preguntaron al unísono Lee Ji Ah y
Woohyun con perplejidad.
- ¡Qué va! Es solo que me asusté y solté eso
inconscientemente. En mi vida he visto a esta chica hasta día de hoy.- su
mentira sonó con un tono tan convincente que hasta me lo creí yo. Nadie optó
por ahondar ese tema y se giraron todos hacia mí extrañados.
- ¿Te has hecho daño? Ven que te ayudo. – Woohyun
se agachó y me cogió como si fuese una princesa en apuros que espera a su
príncipe azul. Noté como su pecho musculoso y fornido chocaba con mi delgada espalda.
Era un chico dulce, pero también era fuerte y varonil. – Antes que nada os
presento: esta es Lee Ji Ah la novia de Dongwoo, uno de mis compañeros de
grupo.
-¿Tú eres aquella chica extranjera que besó a
Woohyun? – estaba claro que Lee Ji Ah no se andaba con tonterías e iba directa
al grano, sin rodeos ni tapujos.
- Ah, sí. Lo siento nuevamente… no sé qué me
ocurrió en ese preciso instante y tan sólo actué por impulso…- mi voz temblaba
de terror. Observé a Dongwoo, el cual no me quitaba los ojos de encima desde
que me habían encontrado. Con mi mirada buscaba su ayuda, pero él no parecía
que quisiera socorrerme, así que tuve que ingeniármelas sola.
- ¡Qué atrevida! ¿Cómo pudiste hacer eso delante de
tanta gente? Yo no podría besar a mi Dongwoo tan abiertamente. – se acercó a
Dongwoo y le abrazó en muestra de “posesión exclusiva de Lee Ji Ah”. Esa chica
me sacaba de quicio y eso que la acababa de conocer, pero mantuve la mente fría
y la traté de la mejor manera posible.
- Comprendo perfectamente tu punto de vista, pero
como ya sabrás en Occidente es una muestra de cariño muy habitual cuando
sientes afecto por alguien.- aclaré con tono pausado y calmado, sin ningún tipo
de alteración.- Woohyun puedes bajarme, tan solo es un rasguño. Puedo caminar tranquilo.
Tengo que coger un taxi y regresar a mi casa.
Woohyun accedió y me bajó al suelo.
- Muchas gracias.- agradecí al dulce chico.- Bueno
tengo que marcharme, un placer haberte conocido Lee Ji Ah. Buenas noches.
- ¡Espera! Al menos dame tu número de teléfono para
poder saber que has llegado bien a tu casa.- nada más articular esas palabras,
miré a Dongwoo, pero él hizo un gesto de indiferencia como si no le importase
lo que fuera a hacer.
- Mmm… no creo que sea buena idea. Muchas gracias
por todo.- me despedí, no antes sin ver a Dongwoo, quien parecía estar lleno de
rabia por dentro aunque lo intentase ocultar.